El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha justificado recientemente su interés en la adquisición de Groenlandia una vez más con la seguridad nacional. Sin embargo, los observadores creen que detrás de sus deseos, además de todas las especulaciones militares, hay principalmente una razón económica: los amplios depósitos de recursos críticos de Groenlandia. La importancia de estos recursos minerales para Trump se demuestra no solo en su interés por los recursos en Ucrania.
¿Qué son las materias primas críticas y para qué sirven?
Las materias primas críticas (CRM, por sus siglas en inglés) son materiales de gran importancia económica y al mismo tiempo de alto riesgo de suministro. Entre ellas se encuentran las tierras raras (REE) ampliamente reconocidas, que consisten en 17 metales que a su vez se agrupan en nueve tierras raras pesadas y ocho ligeras. Se encuentran en diversos objetos de uso diario como smartphones, laptops y televisores. Dependiendo del diseño, estos dispositivos electrónicos necesitan, entre otros, itrio, praseodimio, terbio y disprosio.
Los metales de tierras raras son fundamentales para la transición verde: se utilizan, entre otros, en automóviles eléctricos y turbinas eólicas. Estos productos requieren potentes imanes permanentes, que en el caso de los automóviles eléctricos, dependiendo del tamaño del motor, pueden contener hasta varios kilogramos de neodimio y praseodimio.
¿Por qué son interesantes para la UE y para la administración de Trump en EE. UU.?
Alemania tiene una industria poderosa, pero dispone de pocas materias primas críticas. Por ello, las empresas alemanas dependen de suministros del extranjero al igual que las empresas de otros países de la UE. Esto se hace particularmente evidente en el caso de las tierras raras: por un lado, la UE es líder mundial en la fabricación de motores de automóviles y turbinas eólicas, pero por otro lado, cubre su demanda de imanes de tierras raras casi exclusivamente con importaciones de China, que a su vez es el líder mundial absoluto en este sector.
Esa dependencia vuelve a la UE vulnerable a tensiones geopolíticas: tendría un problema considerable si China redujera o incluso detuviera el suministro por razones políticas o estratégicas, por ejemplo, en el contexto de una disputa arancelaria. Esto sería fatal, especialmente con la mirada puesta en la política climática de la UE y la digitalización.
Ahora bien, es conocido que a Trump le importa poco el clima, pero sí el gran dinero y también limitar cualquier liderazgo de China. Y ahí es donde entra en juego Groenlandia, que pertenece al Reino de Dinamarca y es rica en recursos. "Creo que Trump está más interesado en las tierras raras que en tener militares en Groenlandia", opina la exministra de Finanzas de Groenlandia, Maliina Abelsen, quien hoy es presidenta del consejo de administración de la empresa pesquera Royal Greenland.
¿Qué significan los recursos naturales de Groenlandia para la UE?
La UE también ha puesto su mirada en los recursos naturales desde hace tiempo. Hace casi un año, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, inauguró una oficina de la UE en la capital Nuuk y firmó dos acuerdos de cooperación por un total de 94 millones de euros, parte de los cuales se invertirá en cadenas de valor para energía y materias primas críticas.
A finales de 2023 ya se acordó un convenio sobre materias primas que posiciona a Groenlandia como proveedor estratégico de recursos para la transición ecológica en Europa. No solo se trata de tierras raras, sino también, por ejemplo, de cobre, grafito y litio: en total, la UE ha identificado 34 materias primas críticas necesarias para la transición verde y digital, y 23 de ellas se encuentran en Groenlandia, según el investigador mineral Jakob Kløve Keiding del Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia (Geus).
En varios de estos casos, el potencial en Groenlandia se considera sumamente alto. "Algunos de los yacimientos de tierras raras de Groenlandia están entre los más grandes del mundo", dice Keiding. Solo en los sitios Kringlerne y Kvanefjeld, en el sur de Groenlandia, se encuentran almacenados millones de toneladas de elementos de tierras raras sin explotar. Otros grandes yacimientos de tierras raras y otros recursos se encuentran en el suroeste y este de Groenlandia.
¿Cómo podría beneficiarse Groenlandia?
Es evidente que estos recursos minerales tienen un valor inmenso. Keiding afirma que es difícil precisar su valor exacto. Solo se puede decir que "no valen nada mientras permanecen en el suelo."
Lo cual pone nuevamente en juego a la administración de Trump en EE. UU. y a la UE de von der Leyen. Pues la mera extracción de recursos no genera grandes ganancias, sino más bien los pasos posteriores en la cadena de valor, y el conocimiento para ello se encuentra principalmente en China, señala Keiding. Tanto en EE. UU. como en la UE se está trabajando para ponerse al día. "Se ha dado cuenta de que China tiene prácticamente un monopolio y controla el mercado".
Hoy en día, Groenlandia depende en gran medida de la pesca y de un subsidio financiero danés que equivale a más de 500 millones de euros al año. Solo los ingresos provenientes de licencias y impuestos mineros podrían convertirse en un nuevo pilar económico para la isla con 57,000 habitantes. "El 98% de nuestras exportaciones provienen actualmente de la pesca", dice la exministra Abelsen. El sector de los minerales, al igual que el turismo, podría contribuir a una economía más diversificada, lo cual Groenlandia necesitaría para una posible independencia de Dinamarca, que se debate mucho.
¿Existen aspectos negativos de la extracción?
Sí, en forma de riesgos para el sensible medio ambiente ártico, pero también para las personas locales, por ejemplo, debido a los subproductos radiactivos. En Groenlandia, estos aspectos negativos incluso decidieron la última elección parlamentaria de 2021: en aquel momento se debatió públicamente un proyecto minero australiano para la extracción de tierras raras y uranio en el sur de Groenlandia. El partido de izquierda IA ganó las elecciones posicionándose en contra del proyecto. Medio año después, se prohibió la extracción de uranio.
Otro problema son las duras condiciones árticas y los altos costos operativos. "Somos un lugar remoto, por lo que resulta tan caro extraer minerales en Groenlandia. Por eso también somos a menudo la última opción que se considera", dice Abelsen. "Pero como se nos están agotando las tierras raras, se hace obviamente más atractivo volver a mirar hacia Groenlandia."