Con su filial en Múnich, Mahle Powertrain (MPT), el proveedor de Stuttgart, Mahle, participa de inmediato en el proyecto Cavendish para desarrollar motores de hidrógeno en Inglaterra. La empresa está especializada en motores de combustión avanzados y sistemas de propulsión eléctrica, así como en combustibles alternativos. Los motores de combustión de H2 están destinados a un uso próximo en el transporte pesado y pretenden contribuir a reducir las emisiones de CO2. Según informa la empresa, en la planta de pruebas de hidrógeno en Northampton, Inglaterra, se ha comenzado ahora con los trabajos de prueba y calibración en las máquinas para acelerar su preparación para el mercado.
El proyecto Cavendish quiere, como proyecto clave británico, impulsar el uso de hidrógeno como combustible para el sector de carga pesada e implementar "soluciones de mercado para la descarbonización del sector del transporte" lo más rápido posible. Para impulsar la descarbonización del sector del transporte, también se deben utilizar las instalaciones e infraestructuras existentes. En este plan, el centro de pruebas MPT, con su amplia experiencia en combustibles alternativos como el hidrógeno y el metanol, desempeña un papel crucial, según el comunicado de prensa inglés.
Fondos británicos
El proyecto cuenta con apoyo financiero del gobierno británico con alrededor de 9,8 millones de libras esterlinas (GBP). La ejecución está a cargo del Advanced Propulsion Centre UK (APC, Centro para Propulsión Avanzada), especializado en "tecnología de cero emisiones" en el sector automotriz con sede en Coventry, al sureste de Birmingham, a unos 50 kilómetros del centro de pruebas MPT. El instituto, fundado en 2013, se utiliza para conectar la industria, la ciencia y el gobierno en el Reino Unido para lograr este objetivo.
"Los motores de combustión de hidrógeno (H2-ICE, Internal Combustion Engine) son muy adecuados para el transporte pesado en largas distancias, que son difíciles de electrificar. Así, la industria puede beneficiarse de años de desarrollo e inversiones que se utilizan para acelerar la transición a la neutralidad climática”,
dice Jonathan Hall, director de investigación y desarrollo avanzado de MPT. Estos avanzados trabajos están diseñados exactamente para estas instalaciones, que cuentan con su propio suministro de hidrógeno, sistemas de control y seguridad desarrollados internamente, así como bancos de pruebas de alto torque; todos ellos son factores que se adaptan extremadamente bien a la fase de prueba y calibración del proyecto.
Límites de CO2 más estrictos para el sector de carga pesada
Recientemente se han revisado las normas de CO2 de la UE para vehículos pesados. Son parte del paquete legislativo de la UE “Fit for 55” para implementar el “Green Deal”, que busca reducir las emisiones de la UE en automóviles nuevos en al menos un 55 por ciento para 2030 en comparación con los niveles de 1990, para ser "climáticamente neutros" para 2050. En cuanto a los vehículos comerciales ligeros nuevos, las emisiones deben reducirse un 50 por ciento para 2030. Para 2035 no se permitirán emisiones (cero) en automóviles o vehículos comerciales ligeros nuevos.
En cuanto a los nuevos vehículos pesados, es decir, en este caso camiones medianos y pesados, así como autobuses y vehículos de trabajo correspondientes, se ha exigido tras la revisión de mayo de 2024, entre otras cosas, una reducción de las emisiones de CO2 de un 45 por ciento a partir del año 2030 (antes 30 por ciento), un 65 por ciento a partir de 2035 y un 90 por ciento a partir de 2040 en comparación con el nivel de 1990. “Cumplir con este calendario acelerado, que ahora también se aplica a un espectro más amplio de vehículos, representa un gran desafío”, comenta Mahle.
Altas inversiones para un paquete climático más estricto
El gobierno británico ha respondido al ajuste del calendario proporcionando 8,3 mil millones de libras esterlinas a través de la recientemente creada instalación de inversión estatal para energías renovables Great British Energy. El dinero se destina a la industria del hidrógeno. Hasta 21,7 mil millones de libras esterlinas adicionales se utilizan para el desarrollo de proyectos de captura de carbono, para que se puedan abordar proyectos de infraestructura a gran escala.
Alta potencial
Mahle opina que la tecnología del hidrógeno, junto con la tecnología de celdas de combustible para vehículos eléctricos, creará la necesidad de una infraestructura de hidrógeno "que se utilizará durante muchas décadas". Además, el hidrógeno se puede utilizar no solo para el transporte por carretera, sino también para el transporte ferroviario y aéreo, así como para el transporte marítimo.
En el proyecto Cavendish, según Mahle, están involucrados, además de Mahle Powertrain, una serie de socios como Phinia, BorgWarner, Cambustion y Hartridge. Están desarrollando “nuevos sistemas de inyección de combustible y tecnologías de turboalimentación de apoyo”, que estarán listas para la producción en serie masiva antes de la entrada en vigor de las nuevas normas de emisiones EUVII/US27.
Mahle Powertrain ha ampliado recientemente sus capacidades en la ubicación de Northampton y ahora puede albergar dos “Tube-Trailer”, entre los que se puede cambiar rápidamente para asegurar un suministro continuo de hidrógeno, según se informa. También se han mejorado los bancos de prueba del motor y ahora tienen una potencia nominal de 900 kilovatios (kW)/4.000 newton metro (nm), para cubrir los requisitos clave en el sector de carga pesada. Según el comunicado, los sistemas de control y software desarrollados internamente proporcionan seguridad.
Mahle Powertrain (MPT) ofrece, según sus propias declaraciones, servicios de ingeniería para la construcción, desarrollo e integración de motores de combustión avanzada y sistemas de propulsión electrificados, y también está especializado en combustibles alternativos. La empresa, cuya división estadounidense Mahle vendió recientemente, realiza investigación, desarrollo y aplicación de "nuevas cadenas cinemáticas tradicionales y avanzadas". La instalación en Northampton se utiliza para desarrollar oportunidades para reducir el consumo de combustible, logrando así menores niveles de emisiones.